Ser una persona de fe significa estar alerta a las maneras sutiles en que los elementos del orden creado y bueno pueden acabar distorsionándose y convirtiéndose en distracciones que nos drenan de vida — en falsos objetos de nuestra adoración.

seguir leyendo

Desde el arca de Noé, hasta Elías y los profetas de Baal, hasta Jesús purificando el templo en el Evangelio de hoy:  Al pueblo de Dios — a *nosotros* — continuamente se nos tiene que recordar que debemos mantenernos fieles a la esencia de nuestras convicciones y no dejarnos seducir por alternativas que resultan más llamativas, pero vacías.

seguir leyendo

…Tal como le pasó a Natanael, la vida bautismal puede obligarlo a dejar atrás aquellas cosas que había asumido… cosas como “¿Acaso de Nazaret puede salir algo bueno?”…  y llevarlo a buscar la santidad en su prójimo, aún a través de los defectos humanos que el prójimo pueda tener.

seguir leyendo