16 de octubre del 2022, 12.00

A todos los que están en Roma, amados de Dios, llamados a ser santos: Gracia a ustedes y paz de parte de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo. (Romanos 1:7)

Celebrante: El Rev.do Dr. Francisco Alberca


Las lecturas corresponden a la versión de la Biblia Dios habla hoy, los salmos son tomados del Libro de Oración Común.


Palabras de Bienvenida

Ingreso

Juntos cantando la alegría

Cantamos juntos

Juntos cantando la alegría, de vernos unidos en la fe y el amor;
Juntos cantando en nuestras vidas, La alegre presencia del Señor.

  1. Somos la iglesia peregrina que el fundó, somos un pueblo que camina sin cesar,
    entre cansancios y esperanzas hacia Dios; Nuestro amigo Jesús nos llevará.
  2. Hay una fe que nos alumbra con su luz, una esperanza que empapó nuestro esperar,
    aunque la noche nos envuelva en su inquietud nuestro amigo Jesús nos guiará.

La Aclamación y la Colecta por la Pureza

Bendito sea Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Y bendito sea su reino, ahora y por siempre. Amén.

Dios omnipotente, para quien todos los corazones están manifiestos, todos los deseos son conocidos y ningún secreto se halla encubierto: Purifica los ensamientos de nuestros corazones por la inspiración de tu Santo Espíritu, para que perfectamente te amemos y dignamente proclamemos la grandeza de tu santo Nombre; por Cristo nuestro Señor. Amén.

Gloria

Cantamos unidos.

Gloria a Dios, Gloria a Dios, Gloria al Padre (2)
Al El sea la Gloria (2) Alleluya, Amén (2)

Gloria a Dios, Gloria a Dios, Gloria al Hijo (2)
Al El sea la Gloria (2) Alleluya, Amén (2)

Gloria a Dios, Gloria a Dios, Espiritu Santo (2)
Al El sea la Gloria (2) Alleluya, Amén (2)

Colecta del Día

El Señor sea con Ustedes.
Y con tu espíritu.
Oremos.

Dios todopoderoso y eterno, que en Cristo has revelado tu gloria a todas las naciones: Mantén las obras de tu misericordia; a fin de que tu Iglesia, esparcida por todo el mundo, persevere con fe inquebrantable en la confesión de tu Nombre; por Jesucristo nuestro Señor, que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

Tomen aciento por favor, para escuchar las lecturas.

La Primera Lectura

Genesis 32:22-31

Lectura del libro del Genesis.

Aquella misma noche Jacob se levantó, tomó a sus dos esposas, sus dos esclavas y sus once hijos, y los hizo cruzar el vado del río Jaboc, junto con todo lo que tenía. Cuando Jacob se quedó solo, un hombre luchó con él hasta que amaneció; pero como el hombre vio que no podía vencer a Jacob, lo golpeó en la coyuntura de la cadera, y esa parte se le zafó a Jacob mientras luchaba con él. Entonces el hombre le dijo: Suéltame, porque ya está amaneciendo.

Si no me bendices, no te soltaré contestó Jacob. ¿Cómo te llamas? preguntó aquel hombre. Me llamo Jacob respondió él.

Entonces el hombre le dijo: Ya no te llamarás Jacob. Tu nombre será Israel, porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido.

Ahora dime cómo te llamas tú preguntó Jacob. Pero el hombre contestó: ¿Para qué me preguntas mi nombre? Luego el hombre lo bendijo allí mismo. Y Jacob llamó a aquel lugar Penuel, porque dijo: He visto a Dios cara a cara, y sin embargo todavía estoy vivo.

Ya Jacob estaba pasando de Penuel cuando el sol salió; pero debido a su cadera, iba cojeando.  

Palabra del Señor.
Demos gracias a Dios.

El Salmo

Salmo 121

Todos responden con la segunda parte del verso.

1 Levanto mis ojos a los montes; *
¿de dónde vendrá mi socorro?

2 Mi socorro viene del Señor, *
que hizo los cielos y la tierra.

3 No permitirá que resbale tu pie, *
ni se dormirá el que te guarda.

4 He aquí, el que guarda a Israel *
no se adormecerá ni dormirá.

5 El Señor es tu guardián, *
el Señor es tu sombra a tu diestra.

6 El sol no te hará daño de día, *
ni la luna de noche.

7 El Señor te guardará de todo mal; *
él guardará tu vida.

8 El Señor guardará tu salida y tu entrada, *
desde ahora y para siempre.

La Segunda Lectura

2 Timoteo 3:14–4:5

Lectura de la segunda carta de San Pablo a Timoteo.

Tú, sigue firme en todo aquello que aprendiste, de lo cual estás convencido. Ya sabes quiénes te lo enseñaron. Recuerda que desde niño conoces las sagradas Escrituras, que pueden instruirte y llevarte a la salvación por medio de la fe en Cristo Jesús. Toda Escritura está inspirada por Dios y es útil para enseñar y reprender, para corregir y educar en una vida de rectitud, para que el hombre de Dios esté capacitado y completamente preparado para hacer toda clase de bien. Delante de Dios y de Cristo Jesús, que vendrá glorioso como Rey a juzgar a los vivos y a los muertos, te encargo mucho que prediques el mensaje, y que insistas cuando sea oportuno y aun cuando no lo sea. Convence, reprende y anima, enseñando con toda paciencia. Porque va a llegar el tiempo en que la gente no soportará la sana enseñanza; más bien, según sus propios caprichos, se buscarán un montón de maestros que sólo les enseñen lo que ellos quieran oír. Darán la espalda a la verdad y harán caso a toda clase de cuentos. Pero tú conserva siempre el buen juicio, soporta los sufrimientos, dedícate a anunciar el evangelio, cumple bien con tu trabajo.

Palabra del Señor.
Demos gracias a Dios.

Canto al Evangelio

Tu palabra me da vida

Cantamos todos juntos.

Tu palabra me da vida confio en ti, Señor
Tu palabra es eterna, en ella esperaré.

Dichoso el que vive intachable camina en la ley del Señor.
Dichoso el que guardando sus preceptos lo busca de todo corazón.

Tu palabra me da vida confio en ti, Señor
Tu palabra es eterna, en ella esperaré.

El Evangelio

San Lucas 18:1–8

Santo Evangelio de nuestro Señor Jesucristo, según San Luas.
¡Gloria a ti, Cristo Señor!

Jesús les contó una parábola para enseñarles que debían orar siempre, sin desanimarse. Les dijo: Había en un pueblo un juez que ni temía a Dios ni respetaba a los hombres. En el mismo pueblo había también una viuda que tenía un pleito y que fue al juez a pedirle justicia contra su adversario. Durante mucho tiempo el juez no quiso atenderla, pero después pensó: “Aunque ni temo a Dios ni respeto a los hombres, sin embargo, como esta viuda no deja de molestarme, la voy a defender, para que no siga viniendo y acabe con mi paciencia.”

Y el Señor añadió: «Esto es lo que dijo el juez malo. Pues bien, ¿acaso Dios no defenderá también a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Los hará esperar? Les digo que los defenderá sin demora. Pero cuando el Hijo del hombre venga, ¿encontrará todavía fe en la tierra?

El Evangelio del Señor.
Te alabamos, Cristo Señor.

El Sermon

El Rev.do Dr. Francisco Alberca

El Credo Niceno

De pie, cantamos juntos.

Creemos en un solo Dios,
Padre todopoderoso,
Creador de cielo y tierra,
de todo lo visible e invisible.
Creemos en un solo Señor, Jesucristo,
Hijo único de Dios,
nacido del Padre antes de todos los siglos:
Dios de Dios, Luz de Luz,
Dios verdadero de Dios verdadero,
engendrado, no creado,
de la misma naturaleza que el Padre,
por quien todo fue hecho;
que por nosotros y por nuestra salvación
bajó del cielo:
por obra del Espíritu Santo
se encarnó de María, la Virgen,
y se hizo hombre.
Por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato:
padeció y fue sepultado.
Resucitó al tercer día,
según las Escrituras,
subió al cielo
y está sentado a la derecha del Padre.
De nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos,
y su reino no tendrá fin.
Creemos en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida,
que procede del Padre y del Hijo,
que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria,
y que habló por los profetas.
Creemos en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica.
Reconocemos un solo Bautismo para el perdón de los pecados.
Esperamos la resurrección de los muertos
y la vida del mundo futuro. Amén.

Las Oraciones de los Fieles

Oh Dios, eterno pastor de los fieles, que diriges y gobiernas a tu Iglesia con providencia y amor, te rogamos concedas a los obispos de tu Iglesia, a quienes pusiste al frente de tu pueblo, la gracia de presidir, en nombre de Cristo, te pedimos por el Consejo Parroquial y por toda la Congregación de San Pablo, oremos por los responsables de la Parroquia y por la Comunidad Latino Americana. Oremos por nuestro Primado Michael Curry, por nuestro Obispo Mark Edington, te pedimos por Justin Arsobispo de Canterbury, por Ian Ernest director del Centro Anglicano en Roma, Oremos por el Reverendo Austin, Reverendo Francisco y por Joris.

Señor, en tu misericordia. Atiende nuestra súplica.

Dirige al pueblo de este país y de todas las naciones por caminos de justicia y paz, para que nos respetemos unos a otros y procuremos el bien común.

Señor, en tu misericordia. Atiende nuestra súplica.

Danos reverencia por la tierra, que es creación tuya, para que utilicemos debidamente sus recursos en servicio de los demás y para tu honra y gloria.

Señor, en tu misericordia; Atiende nuestra súplica.

Bendice a aquellos cuyas vidas están unidas a las nuestras, y concede que sirvamos a Cristo en ellos y nos amemos unos a otros, así como él nos ama.

Señor, en tu misericordia; Atiende nuestra súplica.

Lector: Consuela y sana a todos aquellos que sufren en cuerpo, mente o espíritu; en sus tribulaciones dales valor y esperanza, y llévalos al gozo de tu salvación. Recordamos especialmente a:

Pausa. (El Pueblo puede añadir sus propias peticiones).

Señor, en tu misericordia; Atiende nuestra súplica.

Lector: Encomendamos a tu misericordia a todos los difuntos, para que tu voluntad se cumpla en ellos; y te pedimos que nos hagas partícipes con todos tus santos de tu reino eterno.

Pausa. (El Pueblo puede añadir sus propias peticiones).

Señor, en tu misericordia; Atiende nuestra súplica.

La Colecta después de las Oraciones

Omnipotente y eterno Dios, que gobiernas todas las cosas en el cielo y en la tierra: Acepta misericordiosamente las oraciones de tu pueblo y fortalécenos para hacer tu voluntad; mediante Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Confesión de Pecado

Todos permanecen de pie, o en rodillas.

Confesemos nuestros pecados contra Dios y contra nuestro prójimo.

Dios de misericordia,
confesamos que hemos pecado contra ti
por pensamiento, palabra y obra,
por lo que hemos hecho
y lo que hemos dejado de hacer.
No te hemos amado con todo el corazón;
no hemos amado a nuestro prójimo como a nosotros mismos.
Sincera y humildemente nos arrepentimos.
Por amor de tu Hijo Jesucristo,
ten piedad de nosotros y perdónanos;
así tu voluntad será nuestra alegría
y andaremos por tus caminos,
para gloria de tu Nombre. Amén.

Dios omnipotente tenga misericordia de ustedes, perdone todos sus pecados por Jesucristo nuestro Señor, les fortalezca en toda bondad y, por el poder del Espíritu Santo, les conserve en la vida eterna. Amén.

La Paz

Todos de pie.

La paz del Señor sea siempre con ustedes.
Y con tu espíritu.

Permanecemos en nuestros lugares mientras tomamos este tiempo para saludar a todos los que nos rodean, en nombre de la paz y la reconciliación.

Anuncios

El Ofertorio

Algunos asistentes pasarán por la congregación para recoger ofrendas. Si desea hacer una donación con tarjeta de crédito, escanee el código a la derecha. Para obtener información sobre otras formas en que puede contribuir, visite esta pagina: https://www.stpaulsrome.it/donar/?lang=es

Musica all’Offertorio

Saber que vendrás

En este mundo que Cristo nos da, hacemos la ofrenda del pan;
El pan de nuestro trabajo sin fin, y el vino de nuestro cantar.
Traigo ante ti nuestra justa inquitud, Amar la justicia y la paz.

/Saber que vendrás, saber que estarás,
partiendo a los pobres tu pan./

La sed de todos los hombres sin luz, la pena y el triste llorar.
El odio de los que mueren sin fé, cansados de tanto luchar.
En la patena de nuestra oblación, acepta la vida, Señor.

/Saber que vendrás, saber que estarás,
partiendo a los pobres tu pan./

Plegaria Eucaristica A

Todos de pie.

El Señor sea con ustedes.
Y con tu espíritu.
Elevemos los corazones.
Los elevamos al Señor.
Demos gracias a Dios nuestro Señor.
Es justo darle gracias y alabanza.

En verdad es digno, justo y saludable, darte gracias, en todo tiempo y lugar, Padre omnipotente, Creador de cielo y tierra.

Prefacio del domingo:

Por tanto te alabamos, uniendo nuestras voces con los Angeles y Arcángeles, y con todos los coros celestiales que, proclamando la gloria de tu Nombre, por siempre cantan este himno:

Santo, santo, santo es el Señor, Dios del universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.

Padre Santo y bondadoso: En tu amor infinito nos hiciste para ti, y cuando caímos en pecado y quedamos esclavos del mal y de la muerte, tú, en tu misericordia, enviaste a Jesucristo, tu Hijo único y eterno, para compartir nuestra naturaleza humana, para vivir y morir como uno de nosotros, y así reconciliarnos contigo, el Dios y Padre de todos.

Extendió sus brazos sobre la cruz y se ofreció en obediencia a tu voluntad, un sacrificio perfecto por todo el mundo.

En la noche en que fue entregado al sufrimiento y a la muerte, nuestro Señor Jesucristo tomó pan; y dándote gracias, lo partió y lo dio a sus discípulos, y dijo: “Tomen y coman. Este es mi Cuerpo, entregado por ustedes. Hagan esto como memorial mío”.

Después de la cena tomó el cáliz; y dándote gracias, se lo entregó, y dijo: “Beban todos de él. Esta es mi Sangre del nuevo Pacto, sangre derramada por ustedes y por muchos para el perdón de los pecados. Siempre que lo beban, háganlo como memorial mío”. Por tanto, proclamamos el misterio de fe:

Cristo ha muerto.
Cristo ha resucitado.
Cristo volverá.

Padre, en este sacrificio de alabanza y acción de gracias, celebramos el memorial de nuestra redención. Recordando su muerte, resurrección y ascención, te ofrecemos estos dones.

Santifícalos con tu Espíritu Santo, y así serán para tu pueblo el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, la santa comida y la santa bebida de la vida nueva en él que no tiene fin. Santifícanos también, para que recibamos fielmente este Santo Sacramento y seamos perseverantes en tu servicio en paz y unidad. Y en el día postrero, llévanos con todos tus santos al gozo de tu reino eterno.

Todo esto te pedimos por tu Hijo Jesucristo. Por él, y con él y en él, en la unidad del Espíritu Santo, tuyos son el honor y la gloria, Padre omnipotente, ahora y por siempre. AMEN.

Oremos como nuestro Salvador Cristo nos enseñó.

Padre nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre,
venga tu reino, hágase tu voluntad,
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día.
Perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden.
No nos dejes caer en tentación
y líbranos del mal.
Porque tuyo es el reino,
tuyo es el poder,
y tuya es la gloria,
ahora y por siempre. Amén.

Fracción del Pan

¡Aleluya! Cristo, nuestra Pascua, se ha sacrificado por nosotros.
¡Celebremos la fiesta! ¡Aleluya!

Los Dones de Dios para el Pueblo de Dios. Amén.

Todos están invitados a participar en el Banquete del Señor.

El Cuerpo de Cristo, pan del cielo. Amén.
La Sangre de Cristo, cáliz de salvación. Amén.

Musica de la Comunión

Jesus es mi pastor
Leo Dan

Jesús, es mi pastor. Nada me faltará,
Todo por el amor. Que Él me tiene y me da.

Padre nuestro que estás. Aquí en mi corazón
No te alejes jamás. Aunque sea un pecador.

Yo creo en Jesucristo. Para llegar al cielo
Por la fe que yo tengo. Porque Él siempre fue bueno.

Alabarás a Dios. No importa la ocasión
Para que seas feliz. Para que seas mejor.

Yo quiero orar por ti. Con todo el corazón
Dios quiere eso de mí. De todos pide amor.

Yo creo en Jesucristo. Para llegar al cielo
Por la fe que yo tengo. Porque Él siempre fue bueno.

Aleluya. Aleluya …

Oracion después de la Comunión

Omnipotente y sempiterno Dios, te damos gracias
porque nos has nutrido con el alimento espiritual
del preciosísimo Cuerpo y Sangre
de tu Hijo, nuestro Salvador Jesucristo;
y porque nos aseguras, en estos santos misterios,
que somos miembros vivos del Cuerpo de tu Hijo
y herederos de tu reino eterno.
Y ahora, Padre, envíanos al mundo para cumplir la misión
que tú nos has encomendado,
para amarte y servirte
como fieles testigos de Cristo nuestro Señor.
A él, a ti y al Espíritu Santo,
sea todo honor y gloria, ahora y por siempre. Amén.

Bendición

Que el Espíritu de verdad les conduzca a toda verdad, confiriéndoles gracia para confesar que Jesucristo es el Señor, y proclamar las obras portentosas de Dios; y la bendición de Dios omnipotente, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, sea con ustedes y more con ustedes eternamente. Amén.

Salida

Un granito de mostaza

Cantamos todos juntos.

Si tuvieras fe. Como un granito de mostaza. Eso lo dice el Señor. //
Tú le dirías a la montaña. muevete, muevete //
Y la montaña se moverá. Se moverá, se moverá //
Si tuvieras fe. Como un granito de mostaza. Eso lo dice el Señor //
Tú le dirías a los enfermos. Sanense, sanense. //
Y los enfermos se sanarán. Se sanarán, se sanarán //
Si tuvieras fe. Como un granito de mostaza. Eso lo dice el Señor //
Tú le dirías a los problemas alejense ………

Despedida

Vayan en paz para amar y servir al Señor. ¡Aleluya!
¡Demos gracias a Dios! ¡Aleluya!