Jesús se encuentra con las mujeres de Jerusalén
Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos:
Que por tu santa cruz has redimido al mundo.
Y seguía a Jesús gran multitud del pueblo, y entre ellos había mujeres que lloraban y se lamentaban por él. Pero Jesús, dirigiéndose a ellas, les dijo:«Hijas de Jerusalén, no lloren por mí, sino por ustedes mismas y por sus hijos».
V. Los que sembraron con lágrimas:
R. Con regocijo segarán.