Jesús es sepultado
Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos:
Que por tu santa cruz has redimido al mundo.
Al anochecer, vino un hombre rico de Arimatea, llamado José, que también fue discípulo de Jesús. Este fue a Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús. Entonces Pilato ordenó que se lo diesen. Y José tomó el cuerpo y lo envolvió en un sudario de lino limpio, y lo colocó en su sepulcro nuevo, que él había labrado en la roca; y rodó una gran piedra a la puerta del sepulcro.
V. No me abandonarás en la tumba:
R. Ni permitirás que tu Santo vea corrupción.